Otra vez, que rápido pasa un año. Aquí está de nuevo la Navidad; en época de crisis, aún los ayuntamientos llenan las calles de luces y guirnaldas para recordarnos que las fiestas están muy próximas. Este año hace más frio, pero yo estoy muy agusto en casa, leyendo un libro o sentado frente al ordenador y escuchando la música que me gusta. Pero en el fondo no me encuentro bien al recordar que hay personas que carecen de lo más básico. Personas que no tienen trabajo, que no tienen comida ni una una cama donde dormir. Otras sufren por cuestiones diversas, lo pasan mal (¿tan díficil es ser feliz?, ¿porqué hay gente que tienen que fastidiar a otros?). Estas fiestas no me gustan, por eso cada año, al llegar estas fechas, me pongo triste, nostálgico también. Me gustaría que todo el mundo fuera feliz, que al menos tuvieran algo que comer, que nadie se sintiera triste, que todos tuviesemos la libertad necesaria para hacer lo que nos apeteciera. ¡Ojalá algún día todos lo consigamos!. De momento yo os deseo lo mejor para todos.
Un abrazo.